sábado, 29 de enero de 2011

Hechos sobre la infección por VPH y el embarazo

Como se verá afectado mi embarazo?



En ninguna de sus dos formas, condilomatosis o displasia cervical, el VPH afecta directamente la normal progresión de tu embarazo ni la buena salud de tu bebé.

No hay relación directa entre la infección por VPH y la normal evolución del embarazo y la salud fetal: los datos recientes descartan complicaciones maternofetales como infertilidad, parto prematuro, trastornos del crecimiento fetal o malformaciones fetales.
En el caso de la patología cervical por VPH parece que la progresión de la infección hacia estadios premalignos es muy infrecuente, y en nuestra experiencia nunca hemos tenido progresiones rápidas de la infección por VPH simple a formas displásicas como NICs; y las pacientes con NICs no han progresado a cambios malignos. Claro está, siempre hemos hecho un tratamiento ablativo de la lesión cuando estamos en presencia de NIC2 y 3 porque queremos tener control sobre la totalidad de la lesión.
En el caso de la patología condilomatosa de tracto genital y genitales externos hemos visto que la enfermedad se dispara de manera violenta durante los dos primeros tercios del embarazo (en algunas pacientes) pero casi invariablemente las lesiones desaparecieron por completo semanas antes del parto. En algunos casos las lesiones fueron tan extensas que se suspendió todo tipo de tratamiento de control de las verrugas y cuando nos habíamos dado por vencidos las lesiones desaparecieron espontáneamente en cuestión de días a unas pocas semanas. Esto fue realmente increíble. Las verrugas pueden llegar a molestar mucho por el roce y el contacto con la ropa, además, algunas se pueden infectar y generar problemas locales con dolor, supuración e infección cutánea tipo celulitis.

Cual es el manejo de la infección durante el embarazo?


Cervical: Si el VPH solo esta presente en el cuello uterino sin generar cambios premalignos lo único que se requiere es evaluar mediante citología y/o colposcopia la evolución de la infección cada 3 meses durante el embarazo y luego de unos 3 a 4 meses después del parto. Si hay displasia y esta es de grado severo (NICs 2 y 3) puede pensarse en realizar un procedimiento ablativo como la resección con asa diatérmica teniendo el cuidado de recordar que durante el embarazo el cuello uterino sangra abundantemente de manera que recomendamos que el procedimiento sea llevado a cabo en quirófano y con la experticia y los equipos idóneos. Esto último es poco frecuente y la mayor parte de las pacientes infectadas con VPH solo requerirán vigilancia conservadora.
Condilomatosis: Cuando hay condilomas vulvovaginales se puede recomendar el uso de sustancias causticas que localmente aplicadas controlan el numero y tamaño de las lesiones. Se discute mucho si estas lesiones deben tratarse durante el embarazo pero muchas pacientes así lo desean debido a las molestias que sufren por el roce, por sangramiento de algunas de ellas o por infección secundaria. Particularmente yo trato las lesiones visibles para bajar la carga viral y limitar los focos de auto inoculación viral. Debemos recordar que durante el embarazo las lesiones se extienden de manera alarmante en algunas pacientes y que se logra poco con la terapia local; no se debe olvidar que en la mayor parte de las pacientes las lesiones tenderán a desaparecer espontáneamente a medida que nos acercamos al final del embarazo. No se pueden usar sustancias como la podofilina, 5-fluoracilo ni el imiquimod.